La práctica de la higiene pública tiene como máximo objetivo conservar la salud de la comunidad. Estándar de higiene, asepsia mejora en las peluquerías y salones de belleza en Colombia.
Bogotá, Abril de 2009. A dos años de su expedición, el protocolo de Bioseguridad para peluquerías, salones de belleza y centros de estética, aplicado de manera rigurosa por el Ministerio de Salud y las secretarias seccionales del ramo, ha elevado el estándar de higiene y niéveles de asepsia, al establecer normas que buscan hacer de estos lugares, espacios libres de organismos patógenos e infecciones y que a hoy, han sido bien entendidas y recibidas por el gremio.
Alineado con las normas internacionales, el protocolo de Bioseguridad colombiano establece directrices para garantizar a los clientes internos y externos de las peluquerías, salones de belleza y centros de estética, instalaciones y procedimientos libres de organismos patógenos e infecciones que puedan ser transmitidos a alguna persona en el desarrollo de la profesión.
El protocolo ha logrado penetrar con éxito el sector gracias al permanente control oficial y a la capacitación que sobre el tema realizan entidades como la alianza establecida entre Wypall y Martín Vidal, en desarrollo de la cual se ha generado una estructura de entrenamiento en donde la información sobre las normas de Bioseguridad han facilitado su aplicación, mejorado la experiencia, la higiene y las condiciones en los salones de belleza y afines.
La gira de capacitación 2009 arranca en el mes de abril y va hasta finales del año, en ciudades como Bogotá, Cali, Medellin, Barranquilla, Bucaramanga y Pereira.
PARA BUENAS PRÁCTICAS SANITARIAS EN LAS PELUQUERÍAS
La BIOSEGURIDAD no debe interesar solo al personal que trabaja en las peluquerías, todos debemos tener algún tipo de información sobre este tema. Todas las actividades en general tiene un nivel específico de riesgo en materia de contaminación o infección; por su característica, los salones de belleza son espacios donde abundan los riesgos de infección. Por ello es de vital importancia conocer la presencia del peligro, y el modo de evitarlo.
Uno de los mayores focos de contaminación en las peluquerías son las toallas. Por ello es norma oficial que los salones de belleza las esterilicen para destruir los gérmenes patógenos, productores de infecciones y transmisores de enfermedades.
Pero, aunque esterilizadas, las toallas siguen representando, no solo un riesgo, también un costo de operación. Situación que se viene contrarrestando en los salones de belleza con la utilización de los paños de limpieza desechables Wypall, que desde hace dos años son cada vez más utilizados por el sector.
Las tradicionales toallas, las capas, los plásticos que se colocan a la hora de mandarse a tinturar el cabello, son cosa del pasado con este paño protector y limpiador que colocado alrededor del cuello ofrece un campo más higiénico a la usuaria del salón de belleza, y una alternativa más económica al propietario que al utilizar Wypall invierte menos dinero y ofrece mejor servicio. Otro tanto sucede al sustituir las toallitas empleadas en el manicure o arreglo de uñas, por el Wypall desechable.
En la corrección de algunas de las malas prácticas de las peluquerías, los paños desechables son la mejor alternativa. Su rápida y elevada capacidad de absorción, su resistencia superior y alto nivel de higiene los convierten en el reemplazo ideal de las toallas de tela, y a un costo en uso absolutamente competitivo frente a los productos tradicionalmente utilizados. Noticias relacionadas >
